miércoles, 24 de mayo de 2017

Kenwood House, en Londres

Para llegar al palacio tuve que atravesar todo el parque de Hampstead Heath (ver entrada anterior). Es del siglo XVII, y alberga la Colección Iveagh, reunida por un lord que pertenecía a la familia Guinness. 


Estuvo en remodelación, pero abrió sus puertas en 2013. Actualmente lo gestiona el English Heritage y la entrada es gratuita.





En este palacio campestre encontramos cuadros de pintores tan conocidos como Rembrandt, Vermeer, Franz Hals o Van Dyck entre otros, aunque la mayoría pertenece al barroco holandés y a la pintura británica de los siglos XVIII y XIX.





Todo el personal es muy simpático y está dispuesto a responder cualquier pregunta, aunque me las tuve con una de las vigilantes, que insistía en que no dejara la mochila en el suelo en ningún momento. El resto fueron más razonables y entendieron que era lo mejor para la seguridad de las pinturas. Eso es lo único que eché en falta, un guardarropa donde dejar bolsos, abrigos y mochilas. Yo fui directamente desde el aeropuerto y os aseguro que es incómodo hacer las fotos, con poca luz y con la mochila colgando de un hombro porque no te dejan llevarla a la espalda ni depositarla en el suelo.






Cerca de un millón de personas visitan anualmente este parque, en el que también encontramos algunas esculturas modernas, como esta de Henry Moore.


Sin prisa, inicio el regreso, con un sol si cabe aún más bajo y débil que el de la mañana.






Cumplido el objetivo de ver el palacio y los jardines, de haber paseado por bosques y estanques, me acerqué, ahora sí, por 2 Willow Road, un edificio modernista de 1939 que solo pude ver por fuera, ya que el horario de visitas no es muy amplio que digamos. El interior quedará para otra ocasión.



Siempre animo a conocer los lugares más turísticos de Londres en una primera visita, pero lo bueno de esta ciudad es que después de haber visto lo más importante es cuando descubres todo lo que te falta. Y es mucho. Por eso me gusta tanto.
Fuente: Wikipedia y elaboración propia.